Con motivo del año de la astronomía nuestros alumnos han realizado pequeños relatos sobre la luna.
Aquí compartirmos con vosotros algunos de ellos.
Marcos Blanco Cruz. 12 años. 1º de E.S.O.
La Luna sabe a queso porque sus cráteres parecen una bola de queso gruyere. Amstrong no sé porqué no la probó, así a lo mejora sabrías que sabor tiene. Creo que tendría que ir Karlos Arguiñano. Le echaría perejiles, ajo, cebolla, tomate, lechuga, carne y unos panes y sería una hamburguesa enorme. Se llamaría "Hamburguesa lunar".
Verónica Perdiguero. 13 años. 1º E.S.O.
¿De qué está hecha la Luna?
Esa era la pregunta que más se me pasaba por la cabeza. Hasta que un día en clase me aburría mucho y empecé a imaginarme la respuesta a mi curiosa pregunta. Y llegué a creer que estaba allí volando hacia la Luna, lo primero que ví fue una grandísima pelota con nada de luz.
Me subí encima de ella, no sabía si probarla o no.
Probé un trozo y sabía... ¡Oh! Sabía a chicle. Chicle de fresa. Empecé a comer y comer sin poder parar.
Al despertar de esa imaginación estaba comiendo chicle. Todavía no sabía de donde vino ese chicle. A lo mejor sí que es verdad que estuve en la luna. A lo mejor, la luna es de chicle. O a lo mejor sólo era una ensoñación.
Antonio Carmona. 13 años. 1º E.S.O.
La luna, ese satélite que gira alrededor de la Tierra, y que aparece cuando llega la noche.
La luna sabe a queso Gruyere, con un toque dulzón. Los cráteres son los agujeros del queso.
Al que le guste este queso, también le gusta la luna. Aunque yo todavía no la he probado y no puedo opinar sobre ella, me gustaría darle un bocado. La luna es el queso de las estrellas, por este motivo están alrededor de ella.
La luna, al final, es un lugar que esconde muchas sorpresas.
Ian Salamanca Muñoz. 9 años. 4º Educación Primaria.
En febrero de 2009 había dos muchachos llamados Pedro y Jorge que hicieron una nave llamada X-V19. Tras construirla apostaron a ver qué salía cuando probaran la nave. ¿Qué salió? Palomitas.
Cristina Jiménez Fernández 11 años 6º Educación Primaria.
El otro día mi amigo y yo vimos en el peiodico un anuncio que decía: todo aquel que quiera viajar a la Luna que llame al 90588566351. El elegido viajaría a la Luna para poder pegarle un bocado.
Llamamos pero no cogían el teléfono. Nos íbamos a quedar sin sabe a qué sabe la luna. ¿Sería a fresa o a caramelo?
En ese momento salió una voz desde mi teléfono y dijo que había sido la ganadora. Nos dieron las instrucciones y se lo conté a todos.
Cuando llegué al satélite terresre me bajé y la probé. Sabia a caramelo. ¡Riquísima!
María Díaz Jiménez. 10 años.
En mi clase vamos a hacer una excursión; nada menos que a la luna. La noticía salió el otro día en el tablón de anuncios, en el periódico... Estábamos muy contentos y preparamos la nave espacial. Rafa quería saber cuánto mide la Luna, Sara que cómo olía, Glotón a qué sabía ....
El día 9 ¡despegamos!. Llegamos y fue genial. Rafa la midió, Sara la olió y decía que olía a fres y Glotón , fue lo más divertido, comía con fruición un pedazo de Luna y...
- ¿A qué sabe Glotóm?
- ¿A qué sabe? Mmmmmm. Sabe.., sabe..., sabe a.... ¡QUESO!
Miguel Gallardo Morillo. 12 años 1º E.S.O.
La Luna, podría ser un pedazo de queso giratorio, o una bola de helado flotante, o un caramelo rancio aumentado por la fuerza de antigravedad, o simplemente un motón de rocas con el mismo sabor que si chuparas el cartón.
Yo no lo sé pero los científicos, en vez de mandar tanto robot y tanto investigar pedras deberían coger una porción de Luna, dárselo a varios animales y, si no se mueren, comerlo ellos también. Y hasta que nolo hagan yo digo que es o un caramelo rancio, o un montón de rocas sabor cartón.
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